sábado, 13 de agosto de 2011

Juegos.



Una página en blanco, dos personas que se miran fijamente y una sola canción sonando.


Valery permanecía sentada en la cama, apoyada a la pared mientras miraba por la ventana como llovía. Mientras que Kim solo la miraba con una sonrisa tierna a la vez que pícara.
-¿Qué?- le dijo Valery.
-Nada, sabes perfectamente lo que pasa.
Kim dio un pequeño salto y bajo de la mesa, fue hacia donde estaba Valery y se puso encima de ella, cara a cara.
-Kim, pero...¿qué haces? 
Kim estaba alterada, no sabía porque Valery hacía eso.
-No me seas estúpida, como si no te hubieras dado cuenta ya de lo que pasa entre tu y yo.
Kim agarró por la nuca a Valery y la besó, tan apasionadamente que Kim la agarró por la cintura con fuerza y poco a poco le fue mordiendo el cuello, seguido de pequeños lametazos.
Kim paró en seco y aparto a Valery, se puso en pie y caminó hacia la ventana subiendo la persiana más aún.
-Esto... esto es muy raro Kim.
-¿Por qué? ¿Por qué somos chicas?
-No, porque tu no estas libre como yo, y sabes perfectamente de lo que hablo.
-Bah, que le den, no te hagas la tonta, ¿sabes porque venía todas las tardes a ver a mi novio? por verte a ti querida, por poder simplemente abrazarte.
-Limítate a eso
-¿Después de probar tus labios? Imposible
-Vale, pero prometeme que no será un juego.
-Contigo solo jugaré al amor cariño.

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